Revancha (Minuto y medio de lectura aproximadamente)

Descubrir el cuerpo calcinado no pudo ser más aterrador, o mejor dicho, lo que quedo del cuerpo calcinado. El aroma hediondo llenaba el lugar y el hueco que hacían mis manos no lograba, por más que intentaba, darme una inhalación de alivio.

La imagen podrida de lo que alguna vez fue el rostro es imborrable, aquellas cuencas llenas por dos masas esféricas cocidas, no las puedo olvidar. El temor se apoderaba de mí y si las palabras lo permiten, calaba, entraba hasta mis huesos y me cimbraba, me hacía temblar.

¿Quién pudo hacer esto?.

Los días pasaban y la relación contigo era abrumadora y asfixiante, citarme para reproducir la misma obra asquerosa que te gustaba, era tristemente demencial, sentir el salivazo ocasional, que no sabe a nada, por que no sirve de nada, por que no logra ya hacerme sentir nada, se tornaba incansablemente aburrido.

Trate de disuadirte y de esquivarte y te negaste siquiera a realmente escucharme, cada frase la contestabas con preguntas y cada pregunta la esquivaste con una frase, hasta volverte aún y en ese término también aburrido, cerrado y dolorosamente repugnante.

No había nada ya....y verte retorciéndote en imágenes que antes eran de placer me hacían sentir repulsión de mí. Y después...... los golpes, la angustia del encierro y el claustro en el que se convirtió la casa. Te volviste mi amo y me deje subyugar, dominar por no enfrentar a la sociedad.

¿Cuánto te odie por hacerme eso?. ¿Cuánto me odie por permitirme que me hicieras eso?

Tomabas venganza a mis rechazos de forma cada vez humillante y me hacías sentir culpable, dominabas mi mente y a través de ella mi cuerpo. No contaste jamás con que algún día podría verter los papeles y lograr.....desquitarme.

¿Qué quién pudo haber hecho eso? Alguien que te odio y que no supo hacer otra cosa más que tomar revancha. Yo