Dos Cabezas (2 Min aprox de lectura)

La casa que estaba en renta cerca de dónde vivo, fue escenario de un misterioso y lúgubre acontecimiento.

Era temprano, cerca de las 6:30 de la mañana cuando una mujer, de aspecto fantasmagórico se acerco a pedir informes del costo de la casa que estaba en Renta. Sus ojos fríos y secos, denotaban una imagen escalofriante e intimidante. El aroma que despedía su aliento era demasiado repulsivo, cómo para no hacer gesto alguno. La palidez de su rostro, la cuenca de sus ojos sumidos, los labios agrietados y su cabello convertido en una maraña poco uniforme, conjugaban su aspecto.

Cuando el Arrendador fijó el precio, la mujer otorgó la cantidad, Tres meses de renta por adelantado, y un deposito “lo suficientemente fuerte” para no requerir aval. El equipaje de la mujer consistía en solo una maleta, no más.

Se dice que entró, dejó la maleta, exactamente en medio de una habitación del primer piso, demasiado perfecta la distancia entre paredes, salió, hecho llave, puso un candado y se marchó.

Al día siguiente.......nada, pasaron los días suficientes para que la mujer regresara con los muebles necesarios para habitar la casa pero no; no lo hizo así. Una semana y el vecino contiguo a la anterior casa en renta, pregunto curiosamente al arrendador sobre el “uso” que le daría la nueva inquilina al inmueble, el arrendador no supo, no pudo contestar nada.

Una semana más, el vecino contiguo regresó, para quejarse del fuerte aroma que despedía la habitación en el que la mujer dejó la maleta, el arrendador se negó a indagar debido a que se decía respetuoso del uso que le daría la mujer al inmueble.

Tres semanas más, el aroma era insoportable, no era posible, ya no uno, si no varios vecinos, fueron con el arrendador a exigirle, abriera el lugar, la pestilencia y el hedor habían llegado al límite. El arrendador dio de plazo dos semanas más, para abrir el lugar, y acallar a los quejosos, que amenazaban con levantar una querella.

Dos semanas después la pestilencia sobrepaso lo tolerable, incluso se comenta que unos vecinos se movieron temporalmente de ubicación. El arrendador abrió el lugar; la casa oscura, fría, sucia y penetrante, parecía amenazarlos, subieron en grupo a la habitación, las pisadas presagiaban una pesadilla, del aroma ni hablar, hubo un desmayo incluso....; llegaron a la habitación y ahí.
- En medio.
- Exactamente al centro.
- La causante del aroma
- La portadora del misterioso equipaje..........
- La maleta.
Y al abrirla, descubrieron la terrible realidad, la siniestra obra, lo más inimaginable de lo terrible, el horror en su máxima expresión.................DOS CABEZAS, una de ajo y una de cebolla............horror total.

Se imaginan el pinche olorcito????