Mesura, Congruencia, Respeto

Es una lástima y una verdadera pena lo que ocurre en estos instantes en el ambiente ulterior a las elecciones. Invariablemente nos rebajamos a las declaraciones mediáticas emitidas por uno o por otro partido.

Fue penoso el domingo 2 de Julio que después de que salió Ugalde a llamar a la paciencia, comentando oportunamente que no se debía, que no se podía, declarar un triunfador. Saliera AMLO a declararse victorioso en la contienda incluyendo datos (que no poseían fuente alguna) que lo ponían con 400 mil votos por encima de sus oponentes. Fue triste para un servidor ver inmediatamente después ver a Felipe Calderón hacer lo propio, por muchas fuentes que citara (4 casas encuestadoras), dilapidando así, la figura del referí de la contienda y metiendo no sólo a los partidarios de uno u otro candidato a la incertidumbre, sino a toda la nación.

Empero lo anterior me parece más lamentable que no haya mesura de buena parte de los PRDistas, después del error anterior y que no exista paciencia de los PANistas para decir ya ganamos, ¿es que en México no existe el respeto?

Triste y lamentable la figura ahora opaca y magra de López Obrador, que en el momento exacto en el que se proclamaba triunfador no existía el semblante que te da el sabor de la victoria, existía y existe por que prevalece ahora el encono, el enojo; solo que ha tomado el matiz de la descalificación y que tomará después, sino es que también ahora, el que provoca la incertidumbre y la proclama de la confrontación.

¿Por qué no me sorprende su reacción personal (menciono a AMLO cómo figura unilateral)?. Por que ya había reaccionado anteriormente de esa manera: Cuando el obtuvo la jefatura de gobierno, no tenía legalmente la residencia mínima constitucional para ser Jefe de Gobierno, más sin embargo, utilizó las lagunas legales que encontró para apostillarse de ese coto de poder.
Cuando surgió el "Tongo" del encino se le desaforo por desacato a una orden judicial, no por el fraude en sí y desobedeció llamando a la resistencia civil. Cuando se marcho en contra de la delincuencia se adjudico la marcha cómo complot y cinceló con un están conmigo o contra mí.
Cuando las encuestas le desfavorecieron las llamo amañadas, cuchareadas, y cuando inmediatamente le favorecieron hasta utilizo la burla, la ironía y el sarcasmo a su favor. En su caso no me sorprende pues me confirma una patología crónica de su perfil mental del mártir y el ególatra caído, en el caso de sus seguidores me desalienta, me confunde y me entristece

El llamado de fraude electoral es una falta de respeto a las demás personas que no votamos en su favor, es una falta de respeto a las instituciones; a los otros tres de cuatro oponentes de batalla que reconocieron ya al instituto, en fin, es una falta de respeto a poco menos de dos terceras partes de la población votante mexicana que no acudió a su voto. El llamado al fraude electoral es un falta de respeto a la inteligencia de sus propios observadores de casilla, es una falta de respeto a sí mismos. ¿Quiere decir que a sus mismos representantes carecieron de la visión necesaria para observar en su momento las irregularidades?, ¿Quiere decir que en sus ojos cometieron el fraude y tuvieron la irresponsabilidad de firmar algo que no les parecía?

J. Ortega y muchos simpatizantes proclaman la victoria. ¿en que se basan para proclamarse triunfantes?, ¿acaso no se dan cuenta que con eso generaban más el descrédito?, ¿Acaso desconocen la palabra “clase”?, por que en el caso de perder, hay que tener la estatura necesaria para aceptarlo. Fue lamentable y esquizofrénico ver a un Martí Batres pegar brincos y gritar la victoria en el zócalo, ante un AMLO torvo, adusto, que sonreía y se contagiaba de pronto de su copartidario en cuestión para creerse a sí mismos, para mentirse a sí mismos una victoria. Y el PANismo, con la imprudencia de exigir se les reconozca la victoria, la cuestión del honor se convirtió sólo en el epitafio del respeto que quedo sepultado.

¿Dónde están los 10 puntos de que tenía AMLO de ventaja?, ¿Por qué se engañó a si mismo?, con sólo la mitad de su mentira sería ahora un sardónico triunfante.

Pero a éste mitómano le da igual seguir su actuación imaginaria de su Quijote personal, a cuestas de sus seguidores, de sus partidarios, de los que creen en él, de los que lo repudiamos y quizá....de México.

Mesura, congruencia, respeto; señores partidistas de uno y otro bando, lo que importa es el país y nuestra cultura como pueblo que puede superarse a sí mismo al no descalificarse, nuestra inteligencia al saber madurar políticamente hablando.

Nadie a ganado aún y algo se ha perdido ya. El respeto a nosotros mismos