El lejano Grunge

Finales de los años ochenta; el glam rock había tocado hace rato ya la escena, el heavy metal se empezaba a prostituir o se había suavizado con las power ballads, el uso de los sintetizadores se había vuelto muy común y fastidioso, el pop envolvía todo y parecía que el punk había quedado ya para el olvido.

Los entonces adolescentes, jóvenes, se les tildaba de la generación “X”, aquella que buscaba respuestas, aquella heredera de la explosión demográfica, aquella heredera del mundo sin rumbo, de la pérdida del equilibrio político-económico mundial tras el triunfo del capitalismo sobre el socialismo. Aquella que veía los sesentas aún como un período mágico y mítico, aquella que había escuchado a The Beatles, a The Doors, a Los Rolling Stones, a Pink Floyd, y a tantos, tantos otros a través de la música de nuestros padres o bien de nuestros hermanos mayores, pero quería, necesitaba, deseaba, anhelaba, por que necesitaba y quería un “algo” que los identificará.

En Seattle USA, empezaba a sonar, a gestarse un movimiento que repetía técnicas musicales pero que las adaptaba y transportaba de tan buena manera que se le considero nuevo, era el regreso a la rebeldía, el asalto impetuoso al nuevo orden mundial, era la explosión de las emociones de un modo depresivo sí, muy personal también, pero con un tinte irónico, mordaz y directo.

Grupos como Soundgarden, Mother Love Bone y unos jóvenes lidereados por un tal Cobain tomaban de pronto la escena musical y las listas de popularidad, jóvenes salidos de la nada con entornos familiares similares, con ese rencor hacia lo desconocido, con historias fantasiosas sobre sí mismos, con riffs de guitarras robados del metal y mezclados con tintes acústicos a la Zeppellin, o la Doors o a tantos otros, con puentes musicales duros y no tan pulidos y no tan virtuosos como los intentados por Metallica en el Master o peor-mejor aún en el And Justice, o bien intros percusionales potentes, acompañados de bajeos precisos para construir secciones rítmicas poderosas, que de pronto desvanecían a “cosas” que parecían baladas y que volvían a subir otra vez de velocidad e ímpetu.

De pronto el Sonido, ese “sonido” se multiplicaba y llegó Pearl Jam a combatirle la escena a Nirvana con el, ahora, clásico e inolvidable “ten” y los Stone Temple Pilots y Alice in Chains, mas tarde Silverchair y Seven Mary Three y el tono de voz era similar en todos y las distorsiones de guitarra y ese hueco mugroso que de pronto se escuchaba.

De pronto grupos ya históricos convulsionados por el nuevo sonido, cambiaron la perspectiva y Metallica sacó a la luz el gran albúm negro y aún Depeche Mode, prefirió adaptarse y dió a luz el oscuro Songs Of Faith…., es más la imagén de Gahan de pronto pareció haberse mutado o mimetizado a los de Seattle.

Las letras habían dejado de mentarle la madre al mundo, de ser machistas para crear una conciencia Social….El grunge había llegado.

Algunos de esos nuevos mounstruos simplemente no pudieron con la fama y el líder de Nirvana acabó consigo y su mujer dio fruto a Hole y otro grupo líder empezó cruzadas que en su momento se consideraban estúpidas (pero auténticas) como la emprendida por Pearl Jam, contra Ticketmaster, o bien dejando de lado los videos por largos años, ya que deseaban que su música, fuera eso, música que se escuchara; siendo el deslinde claro y la señal icónica, de el grupo que aún en la cima de la fama le daba la espalda a la comercialización y a la sobreexplotación de los medios de comunicación, y salieron discos de este grupo en cajas de cartón en vez de pulidos plásticos

Poco después vino una nueva camada que pulió la idea inicial y la suavizó a la comercialización como Creed, Nickelback, Candlebox, Live, Collective Soul, Bush, Offspring y Puddle of Mudd y otros grupos como Red Hot…. Y Smashing Pumpkins lo entendieron a su manera y The cranberries de pronto ofrecía un sonido mas fresco con unas líricas veneradas por muchos y criticada por otros y esa tendencia del post-grunge se le conoció de pronto como corriente alternativa (aunque hay quién jura que fue al revés).

Y cuando Nirvana dejó de existir y Pearl Jam se desmarcó con el extraño No Code y cuando el britpop arribó al viejo mundo, con un grupo llamado Oasis, cuyos líderes, los hermanos Gallagher; mencionaban: “grunge?, andar brincando en pantalones cortos, playeras estampadas y guitarras con calcomanías…demasiado maloliente para nosotros…”, cuando los Stone Temple salieron de la escena y Soundgarden también, y cuando la nueva camada fue criticada por muchos de suavizar tanto al grunge hasta perderlo de su base: “el no al mercantilismo y el sí de la conciencia social, el no a las letras facilotas para el consumo de los nuevos jóvenes, por aquellas letras llenas de poesía críptica y sensibilidad sin caer en el romanticismo dulzón”, y cuando los sonidos grunge puros a la vieja guardia: Voz, batería, guitarras, bajo, parecían perecer ante los arreglos cada vez mas pulidos y orquestados…..parecía (y se dice) que el “grunge” había muerto.

Y me gusta pensar cuando escuchó a Atler bridge, a los Muse (con todo y sus tintes electrónicos), aún a Radiohead, a Green Day, a Chris Cornel ahora solista, cuando Pearl Jam regresa a aquellos sonidos y letras pasadas con su álbum intitulado acompañado de una foto que se forma en el arte gráfico del disco en un simple aguacate, cuando veo a Foo Fighters, a Velvet Revolver y quizá a los Franz Ferdinand y los System of a down (particularmente con Spiders, Chop Suey y Aerials) y en algunos tintes a muchos, muchos otros grupos, que el grunge o la mal llamada (por el escucha común) corriente alterna, no murió; se transformó, cambió, maduró o bien esta escondido por ahí en alguna parte o bien en todos los subconscientes colectivos.