Tuesday, September 04, 2007

ODIO


“No es fácil saber cuándo el odio tiene una base lógica y cuándo el odio se ha convertido en algo orgánico contraproducente que se auto perpetúa.
Por último debemos decir que el odio es un sentimiento tan válido como cualquier otro que pueda expresar el ser humano, y que toda persona lo experimenta en algún momento”


Odio la incongruencia, el uso y abuso de la hipocresía en pos de la permanencia de cualquier tipo de Status.
Odio a los altos y medianos jerarcas que se escudan en el bien empresarial, para faltar a la honestidad y la igualdad primaria de la condición humana.

Odio la vanalidad de la búsqueda de la apariencia física que sobrepasa lo que realmente las personas son.
Odio las mentiras. Odio las distorsiones a las realidades o transmutaciones de la verdad para justificar los actos y defender el bien personal, por encima del entendimiento.

Odio las poses, los estigmas y el uso del acercamiento religioso que debe enseñar a amar y que las personas que acuden a él, jamás lo ponen en práctica.

Odio el uso de la palabra, cuando no entendemos o no le damos importancia al significado.
Odio la frase: “de que lloren en tu casa........” que justifica tantas traiciones, tantos actos estúpidos y tanta pérdida de valores.


Odio la gente que rebota y hace latigar su cabeza para asentir repetidamente ante una orden, aún y cuando no la acepten y respeten, incluso aún y cuando les afecte.

Odio las aparencias y las negaciones de actos y hechos para guardarse “un lugar”

Odio al que critica sin argumentos, al que ofende sin razonamientos al que olvida el más mínimo respeto por defender una postura indefendible.
Odio.

Odio es algo natural, tan natural como el amor, su antitesis en su más grande expresión y si somos realistas, más común, frecuente y cuantificable.


Sí, señores, Yo Odio.